UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE CENTRO UNIVERSITARIO
REGIONAL ZONA ATLÁNTICA Cátedra de Comprensión y Producción de Textos Orales y Escritos CURZA
Juana Porro
Viedma, mayo de 2009.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN......................................................................... 2
DESARROLLO
1. Concepto de género discursivo….………………................ 2
2. El informe como tipo temático, estilístico y composicional 4
3. Clases y tipos de informes...........................................................
8
4. Habilidades para producir informes…….............................. 9
SÍNTESIS............................................................................................ 10
BIBLIOGRAFÍA............................................................. ….............. 10
ANEXO................................................................................................. 11
INTRODUCCIÓN
El objeto de este informe consiste en 'transmitir información sobre el informe', es decir, exponer conceptos y datos relevantes para un conocimiento amplio de este género discursivo que se emplea en diferentes ámbitos sociales. El propósito fundamental es brindar al lector alumno los contenidos básicos para que produzca este género con precisión, claridad
y eficacia
comunicativa.
Para ello se requiere definirlo, explicar sus características, su finalidad comunicativa, las habilidades requeridas para producirlo, la forma de organizarlo, los procedimientos discursivos más frecuentes, las clases de informes, las normas de presentación
y los criterios de evaluación.
Respecto de los antecedentes bibliográficos sobre este género discursivo,
vale aclarar que la bibliografía específica es escueta. Si bien numerosos autores suelen hablar del tema desde los contenidos
instrumentales o
procedimentales, muy
pocos son los que incluyen en su tratamiento aspectos
teóricos apropiados para abordarlo de manera integral.
DESARROLLO
I. Concepto de género discursivo
Antes de caracterizar el informe como un género particular es necesario explicar qué se entiende por 'género discursivo'. Para ello se toman en cuenta algunos conceptos de Bajtín. Este autor plantea que todas las esferas de la actividad humana (administrativa,
religiosa, educativa,
jurídica, artística)
están relacionadas con el uso de la lengua. Este uso se
lleva a acabo mediante enunciados orales y escritos. Un enunciado es una unidad real de comunicación discursiva (una carta, una novela, una conferencia, un edicto judicial o una parte de ese todo) y refleja la función social y las condiciones
específicas de la esfera donde
circula:
- lo temático (contenido)
- lo composicional (estructura);
- lo estilístico (selección de palabras –léxico- y de formas gramaticales)
- lo situacional o contextual (quién, cuándo, dónde, para quién, para qué)
Cada esfera
social que usa la lengua en la comunicación discursiva produce sus propios tipos relativamente estables de enunciados (decimos relativamente estables porque los géneros evolucionan, mueren, resurgen, se transforman según las épocas y los ámbitos). Esos tipos temáticos,
composicionales y
estilísticos de enunciados determinados
y
relativamente
estables
(Bajtín, 1979, 252) se
denominan ‘géneros discursivos’ y son múltiples, diversos y variables
a través del tiempo. Desde la concepción
bajtiniana, un género es un tipo textual con características temáticas o
de contenido, composicionales o estructurales y estilísticas o
retóricas, que lo diferencian de otros. Cada género trata ciertos temas, establece determinados
estatus de emisor y receptor, extensión, modo de organización, ciertas funciones del lenguaje, procedimientos discursivos y fórmulas lingüísticas prototípicas
que marcan sus propiedades. Son
géneros diferentes, por ejemplo, la carta, el ensayo, el comunicado de prensa y el currículum.
En cambio, un
enunciado es un concepto más relativo: una carta, un ensayo, un comunicado de prensa o un currículo particular pueden verse como enunciados pero también una parte de cada uno de éstos. Bajtín habla de géneros primarios
o simples como la conversación o el interrogatorio, cuya elaboración
es espontánea, y de géneros secundarios
o complejos, que derivan de los primeros
y son más
elaborados porque resultan de la producción intelectual, generalmente en forma escrita, de una esfera social determinada (periodística, científica, administrativa, literaria).
El informe es un tipo particular: puede
aparecer tanto en la esfera científica como en la técnica,
la académica o la empresarial. Adquiere ese nombre aunque en algunas áreas se lo denomina “reporte”. A
continuación veremos sus particularidades.
2. El informe como tipo temático, composicional y estilístico
Desde una perspectiva que toma los aportes bajtinianos, un
informe es un género discursivo que se
organiza para transmitir información
de hechos, circunstancias, situaciones o temas
determinados que constituirán
una realidad
representada
discursivamente. Supone la exploración
de una realidad precisa o de un objeto de
información, analizado desde la observación, la
experimentación o la documentación, y luego representado textualmente.
1)
Como tipo temático el informe no
es un género discursivo propio de una sola esfera social ya que circula tanto en el ámbito científico como en el técnico, el educativo, el jurídico, el empresarial. De allí que su temática resulte muy amplia y heterogénea: se puede informar sobre un viaje de negocios, sobre el rendimiento académico de los alumnos, sobre los efectos que provoca una medicación, sobre un tema de
estudio, sobre lo acontecido en una reunión, sobre datos climáticos, sobre un proyecto de investigación,
etc.
El emisor debe tener en claro acerca de qué va a informar. De
este modo, al final del proceso de
escritura podrá leer su texto, preguntarse si efectivamente
informa
sobre lo que pretendía desarrollar y verificar si se cumple su finalidad.
2) Como tipo composicional el informe
requiere una estructura interna
y externa determinada
(Anexo I). La estructura interna se compone
de:
una introducción que da cuenta del objetivo o
propósito del autor, del tema y de
los antecedentes; un desarrollo que provee la información analítica y sintética y las explicaciones sobre el tema;
y una
conclusión con opiniones y/o recomendaciones personales.
Sobre la base de esta estructura interna, el informe se completa con la estructura externa que incluye:
• Una portada o carátula con el título del trabajo, el nombre del autor, el nombre de la asignatura
y de
la institución y el lugar y año de elaboración. En
el caso de que el informe sea muy breve, es decir, de
una página o menor, estos datos de la portada irán en el encabezamiento.
• El texto del informe (el texto propiamente dicho, compuesto por la estructura interna antes citada).
• La bibliografía que
se lista por orden alfabético (apellido y nombre del autor, fecha, título del libro, editorial y lugar de
edición).
• Los anexos: serán aquellos textos verbales (actas, programas, cartas) o
figuras (tablas, gráficos, actas, mapas,
dibujos, fotografías u
otro material ilustrativo (ver Anexo), siempre que sean complementos necesarios del texto principal. Si aparece más de un anexo y cada uno de ellos responde a diferentes partes del texto pueden numerarse
y hacer referencia del mismo dentro del texto principal.
Si el aspecto composicional del informe se analiza como superestructura, ésta puede organizarse
tanto como superestructura
narrativa (si se informa sobre hechos), descriptiva
(si se informa sobre objetos o sujetos), o expositiva, según el tema. Todos los procedimientos mencionados pueden combinarse en un
texto pero éste requerirá conectividad
y relación entre las partes. La conexión se logra por diversas vías:
a) Por orden cronológico (al hablar de hechos);
b) Por orden espacial (al valerse de la descripción)
c) Por la vía causas/ consecuencias (al hablar de antecedentes, causas y efectos, con
conectores como
"porque",
"como resultado", "las razones por las cuales");
d) Por generalización, ampliación, especificación, ejemplificación (al expresar conceptos a través del
análisis y la síntesis, a
través de
conectores como "en general",
"en particular",
"en un plano más específico");
e) Por la vía problema/ solución (al ordenar la información que explica y da respuesta a
un problema).
3)
Como tipo estilístico el informe se construye con actos de habla representativos (definir, precisar, detallar, describir, narrar, exponer, explicar, desarrollar) y el autor se compromete con la verdad
de esa representación. Por ello, en general, lo caracterizan los rasgos estilísticos
que se detallan
a
continuación:
La descripción es un procedimiento apto para caracterizar una
determinada entidad, fenómeno o
concepto; se acompaña de sus aspectos (detalle de sus rasgos, atributos, propiedades o características) que funcionan como descriptores. Adam (1992) reconoce tres procedimientos descriptivos
básicos: el anclaje, la aspectualización y la puesta en relación. En un segundo plano aparecen los procedimientos de
tematización, subtematización y el reanclaje. Las preguntas frecuentes son ¿Qué es? ¿Cómo es? ¿Qué partes tiene?
¿A qué se parece? ¿Para qué sirve? En el informe descriptivo
las ideas se agrupan por asociación (definiendo
y clasificando conceptos) o por descomposición en partes, aspectos, propiedades, rasgos. Por último, la descripción
es un procedimiento
recursivo: del todo a la parte, de la parte a la subparte, esa subparte se puede convertir en el todo de la segunda parte, etc. Ejemplo:
La meteorización es el proceso continuo de destrucción de las rocas de la corteza terrestre. Existen dos formas de meteorización: la meteorización mecánica y la meteorización
química. Para el objeto de este informe importa desarrollar la segunda forma. La meteorización química se
caracteriza por...
Este procedimiento se puede conjugar con la comparación: aparece otra entidad, fenómeno o concepto y se trata de hacer notar las semejanzas
y diferencias entre ambas. Puede darse una relación analógica (predominan las semejanzas); adversativa (predominan las diferencias) o alternativa (cuando ambas tienen el mismo valor). Se vale de conectores como "del mismo modo", "en cambio", "por
otra parte", "en oposición" y predominan los verbos de estado: ser, estar, parecer, semejar, consistir, considerar, distinguir, identificar, reconocer. Un ejemplo de descripción
y comparación puede darse en un informe
científico que trate sobre las características de las células
epidérmicas de una especie; otro ejemplo descriptivo-comparativo puede ser un informe sobre el estado de uno o varios edificios escolares; en uno administrativo, la información sobre la planta de personal; en uno literario, las relaciones entre personajes.
La narración permite organizar la información
sobre hechos
o
acontecimientos en una
secuencia
temporal (situación inicial, transformación
de los estados o predicados –complicaciones y resoluciones- y situación
final). Es un procedimiento que se caracteriza por la unidad de acción ya que
abarca desde la situación inicial hasta la situación final. Se vale de marcadores temporales (en principio, luego, finalmente); los verbos indican acción y en los informes se usan en tiempo pasado. Por ejemplo: un
informe de una comisión por razones laborales puede valerse de este procedimiento en tanto el emisor deba dar cuenta de todo lo que se hizo desde la partida hasta el regreso; también podría darse en un informe sobre las sucesivas tenencias de un predio rural o sobre la génesis
y evolución
de la literatura producida por un escritor.
La explicación parte de un supuesto previo que consiste en que ya hay información; es un procedimiento que
permite reformular
el enunciado
de una información
ya dada. Se usa para aclarar, revisar y hacer comprender lo ya dicho, particularmente cuando se han expresado conceptos. Intenta responder al "por
qué", "desarrolla",
"da motivos de" y puede cerrar
con
una conclusión. Los actos de
reformulación se basan en diferentes operaciones: definición,
clasificación, ejemplificación, expansión, reducción, repetición o paráfrasis, variación, citación.
La argumentación no es un procedimiento característico de
los informes pero en la etapa final, de conclusiones o recomendaciones,
pueden aparecer manifestaciones del
autor para persuadir o convencer al lector,
para buscar la adhesión
del destinatario
a una idea o acción. En este caso el autor formula una tesis o
afirmación
y la sostiene con argumentos
para convencer al lector, valiéndose de conectores causales, condicionales,
consecutivos,
etc., y de
verbos utilizados en forma personal como "creo", "opino", "debemos considerar" o
impersonal “es evidente que…”, es importante destacar”. Por ejemplo: al final de un informe sobre incendios forestales se puede insistir en la conveniencia
de hacer
campañas de prevención de tal o cual tipo;
al final de un informe sobre gestión hospitalaria se puede
resaltar la conveniencia de disponer del presupuesto en tiempo
y forma; al final de un texto sobre
globalización se puede defender algún criterio para actuar localmente; al final de un informe sobre el
manejo del tiempo
en una novela se puede argumentar por qué y para qué el autor lo maneja de
esa manera y cuán importante ha sido ese aspecto de la novela.
Más allá de los procedimientos
discursivos recientemente tratados, los siguientes aspectos son
los que caracterizan el
estilo del género informe.
a) Está escrito en prosa aunque admite listas, enumeraciones,
tablas o gráficos, según el caso. Las
oraciones no
deben ser rebuscadas ni
muy extensas y la conexión
entre oraciones debe
ser clara para
justificar el párrafo.
b)
Tiene un destinatario particular. Un
informe se prepara generalmente ante el pedido de
un superior, de una entidad o de un cliente; pocas veces es preparado por iniciativa del
autor. La finalidad comunicativa es transmitir al destinatario información
relacionada y organizada desde la perspectiva del emisor. Esa información puede responder a estudio de temas, problemas, resultados,
análisis de
situaciones, planes, actividades, diagnósticos, etc.
c) Cuando se refiere a objetos es impersonal: evita las fórmulas
personales
(yo creo, yo pienso, me
parece, podríamos pensar que) y se remite a exponer o a detallar el tema de manera formal, concisa y
precisa para tomar distancia entre la información y sus comentarios y para no caer en opiniones
superfluas
o
innecesarias.
Se vale
de lo que Jakobson reconoce como
función referencial
o denotativa del lenguaje, ya que la comunicación está centrada en el referente.
d)
Cuando se refiere a
prácticas, procesos, experiencias o acciones humanas en las que se ve involucrado el emisor puede adquirir un tono personal en primera persona singular o
plural. Por
ejemplo: si un informe trata sobre el estado de un hospital podrá ser impersonal pero si el informe
es sobre la labor profesional que desempeña
el autor en ese hospital, aparecerá un yo o
un nosotros que expone lo que hizo, lo que dejó de
hacer, lo que
piensa de lo hecho.
e) Siempre se inicia con la exposición de
datos introductorios: la extensión
de este tramo depende de la extensión total del informe. Si es breve, tendrá un párrafo introductorio que
resume el objetivo, el tema y sus antecedentes, para que el lector tenga una idea previa de lo que va a encontrar en ese trabajo; si es extenso, podrá dedicar varios párrafos iniciales que pueden o no responder al título de 'introducción'.
f) Es explicativo: expone y desarrolla en detalle
hechos, situaciones,
datos numéricos, conceptos,
teorías, registros de experiencias, efectuados o
elaborados por el sujeto que informa.
g) Es ordenado: la información
que brinda el texto se organiza según un orden lógico de relaciones entre temas, subtemas o aspectos.
h) No es concluyente: el tema queda abierto a nuevas consideraciones aunque al final se exponga
alguna conclusión sobre lo dicho.
Otros rasgos de
estilo.
Si dentro del texto hubiera citas, podrán aparecer dentro del párrafo "entrecomilladas" o
en letra cursiva, o en párrafo aparte, con el margen mayor y la letra de un tamaño menor al resto del texto. Cuando van con referencias, éstas pueden agregarse al
pie de
página o al final del trabajo.
Si hubiera
palabras clave o frases
clave que merecen ser resaltadas, podrá utilizarse la letra cursiva o la negrita. Se aconseja no abusar de este recurso para no provocar la distracción del lector.
No se recomienda el resaltado de palabras mediante el uso de mayúsculas ni el subrayado.
También es un rasgo estilístico su presentación en papel. Los informes se presentan tipeados en computadoras, frecuentemente con estos criterios: configuración de páginas con 3 cm de márgenes
superior, inferior, derecho e izquierdo, preferiblemente en papel tamaño A4; uso de fuentes Arial tamaño
11 o Times New Roman tamaño 12, con interlineado simple y sólo doble espacio para la separación entre uno y otro párrafo. En los informes mecanografiados se
considera aproximadamente la
misma medida de márgenes y el interlineado
a doble espacio.
El dato más importante de
la portada es el título o tema del informe, por ello debe ocupar un lugar y un tamaño importantes. Son datos secundarios: el nombre del organismo donde el autor presenta
ese
texto, el nombre del autor, la localidad donde se produce y los datos del mes y el año.
La bibliografía se cita al final del texto, separada del mismo con dos
o más espacios en blanco o
volcada en
una
hoja independiente. Puede presentarse en un tamaño de letra menor.
3. Clases y tipos de informes
Los conceptos desarrollados hasta aquí dan cuenta del informe desde el punto de vista global pero existen diferentes clases de informes según el uso social
y el contexto donde se producen. La clasificación más común reúne los siguientes tipos:
Científicos: se generan a partir de la investigación (de avance, cuando informan sobre una etapa de la investigación y final, cuando dan cuenta de un proyecto de
investigación acabado o de una tesis concluida);
Administrativos y técnicos: se generan por la actividad de organismos públicos o
privados, a
demanda de un superior o
de
un
organismo
externo. Dan
cuenta
de
diferentes tareas (gestión,
comisiones, proyectos, programas, diagnósticos, de resultados)
y algunos de ellos pueden ser catalogados
específicamente como informe social, económico, socioeconómico, psicosocial, psicopedagógico, etc.
Académicos: se generan en el ámbito universitario a demanda del profesor y dan cuenta de lecturas y aprendizajes sobre temas del plan de estudios de una carrera, son producto del procesamiento de
información bibliográfica.
También se habla de informes en función del proceso de producción
y de la cantidad de información: De
allí se desprenden los siguientes tipos:
Sintéticos: generalmente no se titulan, pueden formar el cuerpo de una nota o anexarse a ésta, dan información rápida y precisa. No suelen llevar anexos.
Analíticos: generalmente son extensos, llevan título y funcionan
como textos independientes que pueden ser material de
consulta. Pueden incluir capítulos, datos estadísticos, gráficos, etc. y anexos.
Expeditivos: son informes con título pero breves (de dos o tres paginas), que tratan temas de mucho desarrollo pero
que lo abordan globalmente para la toma inmediata de
decisiones.
Anuales: son informes típicos para cada organismo, que se repiten año tras año: informe anual de gestión de cada
organismo para la posterior elaboración del informe de gestión que el Poder Ejecutivo Provincial presentará en la inauguración
de cada periodo legislativo; informe sobre la Cuenta General del Ejercicio, etc.
Muchas veces en los organismos públicos se producen informes sobre planes, programas, campañas: plantean datos sobre algún aspecto del accionar planificado o eventual
y pueden funcionar como Informes:
Diagnósticos: cuando sirven para conocer el estado inicial de
una cuestión o
parcela de la realidad. En
este caso son instrumentos para la definición de nuevos proyectos o de nuevas acciones políticas o
técnicas.
Ejecutivos: cuando dan cuenta del grado de desarrollo de
un proyecto, programa o campaña y/o de los factores que inciden en ese desarrollo.
Evaluativos: cuando la información se relaciona con el cumplimiento
de las metas u objetivos de un plan, programa o proyecto.
4. Habilidades para producir informes
a) Habilidades de pre-escritura
Este género requiere una habilidad
inicial para la búsqueda, selección, puesta en relación y reorganización de la información.
La información puede estar en los documentos
escritos que llamamos
'bibliografía' o desprenderse de
experimentos, encuestas u observaciones. Cuando la información
se extrae de la bibliografía, conviene, en primer lugar, tomar nota de los datos del autor, la fecha y el lugar
de publicación, analizar la finalidad del texto o documento y tener en cuenta a quién está destinado. Elegido o asignado el tema, se necesita rastrear la bibliografía en bibliotecas e
Internet y leer rápidamente
lo que se encuentra para seleccionar las fuentes con mejores y mayores
datos. Luego se pone
en juego la habilidad para revisar la información seleccionada e interpretarla.
Sin
esta tarea, resulta difícil organizar los contenidos básicos del tema a informar.
También se requiere habilidad para reducir la información
mediante resúmenes, esquemas, listas de datos e ideas, cuadros comparativos (que haya un proceso de reconstrucción
personal y no
de ‘corte, copia y pegue’). Luego se
arma un esquema o
índice provisorio de los contenidos a tratar; aún cuando el informe sea breve se recomienda escribir primero un guión esquemático
del contenido o un índice provisorio. Y
aunque el plan inicial cambie durante la escritura,
ese trabajo previo hará que el escritor transite con conocimiento y seguridad a
las siguientes etapas.
b) Habilidades de escritura, reescritura y postescritura
El paso a la etapa de producción del texto implica tres tareas: escritura
del primer borrador, reescritura y postescritura. En este sentido, las recomendaciones
para los escritores poco expertos son las siguientes:
- Considerar que una enumeración de datos sobre un tema puede ser útil pero no es un texto: para
que lo sea, la información debe estar estructurada, organizada
y textualizada,
es decir, escrita en
párrafos.
- Evitar la construcción de oraciones
muy largas y hacerlas según el orden sintáctico clásico (sujeto, verbo, modificadores).
- Recordar que cada párrafo debe responder al desarrollo de una idea y que no puede estar constituido
por una sola oración (muchos alumnos escriben una oración de
dos o tres renglones y van al punto y aparte, sin fijarse que tal vez la idea continúa
en el siguiente párrafo). Una estrategia
recomendada consiste
en revisar, mientras se escribe, diferentes párrafos escritos por autores expertos que resulten claros en su comunicación discursiva.
- Producir todos los borradores que sean necesarios hasta comprobar que los contenidos siguen un
orden lógico. Una
vez obtenida la versión casi definitiva
del informe, guardarlo por un día y releerlo al siguiente para detectar los errores que, revisados de manera inmediata, pueden pasar desapercibidos.
- Controlar la adecuación utilizando
la variedad de lengua apropiada, que es la estándar, y el tecnolecto propio de la disciplina o campo temático
del emisor (lenguaje filosófico, literario, sociológico, folclórico).
SÍNTESIS
Si bien este informe trata acerca de las características
del género discursivo homónimo, tiene dos aspectos que lo transgreden: a) el destinatario no es un superior, entidad o cliente sino el alumno y b) la finalidad no
sólo es informar sino también enseñar.
Por último, cabe señalar que un sistema de evaluación adecuado para analizar si los alumnos han
aprendido a producir textos de este género podría tomar en cuenta tres criterios:
El contenido: cómo se presenta y se organiza la información (33% del valor total).
El texto: en qué medida se adecua al destinatario y al propósito, en qué medida respeta las características composicionales y estilísticas del género y el formato de presentación (33% del valor total).
El aporte personal: qué aspecto constructivo-creativo
aporta el emisor
en el tratamiento del
tema y las conclusiones o comentarios (33 %
del valor total).
A modo de conclusión, consideramos que si el alumno maneja
las características del género,
si antes de escribir conoce el tema que va a desarrollar, si elabora su propio plan, si emplea la variedad y el registro adecuados y si tiene en cuenta la normativa
para su elaboración y presentación,
podrá obtener un
buen
resultado y desarrollará habilidades para producir, interpretar y evaluar informes propios
y ajenos.
BIBLIOGRAFÍA
§ Acosta Hoyos, L.E. (1998)
Guía práctica para la investigación
y
redacción de
informes. Ed. Paidós.
Buenos Aires.
§ Bajtín, Mijaíl. ([1979] 1982) Estética de la creación verbal. Siglo XXI. México.
§ Bartle, Phil y Sada, María Lourdes. “Cómo escribir informes”. En http://www.scn.org/ip/cds/
mpfc/modules/rep-hows.htm Consulta: 16/10/04.
§ Cassany, Daniel.(1989) Describir el escribir. Ed. Paidós. Buenos Aires.
§ ------------- (1993) Reparar la
escritura. Ed. Graó. Barcelona.
§ ------------- (1999) Construir la escritura. Ed. Paidós. Buenos Aires.
§ Milian, Marta y Camps, Anna. (2000) El papel de la actividad metalingüística en el aprendizaje de la escritura. Ed. Homo Sapiens. Rosario.
§ Pilia de Assunçao,
Nelda
y otros. (1996) Programa de capacitación semipresencial en comprensión y producción de textos administrativos. Nivel II. Nº 2. Dirección de
Capacitación. Min. Economía y Hacienda - Prov. Río Negro. Viedma.
ANEXO
Esquema de la estructura externa e interna
(paratexto y texto)
Partes
|
Presentación
|
Portada
|
Nombre de la institución, título del informe, autor, lugar y
año.
|
Índice
|
Con pocos subíndices, según la extensión.
|
Introducción
|
Tema del informe, alcances, propósitos, antecedentes.
|
Desarrollo
|
Con apartados y
subtítulos si es muy extenso
|
Cierre
|
Síntesis, observaciones, conclusiones o recomendaciones breves.
|
Bibliografía
|
En caso de que
el
tema la requiera se agregará tanto
la
citada como la consultada.
|
Anexos o apéndices
|
Tablas, mapas, planillas, otros anexos.
|
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